ATACADA EN EL 2009

Me llamo Flavia,tengo 29 años y vivo en Kampala, Uganda. Fui atacada en el 2009 cuando estaba en mi segundo año de universidad.

Una noche, fui la primera en volver a casa, escuché a alguien detrás de mí y cuando me di la vuelta, alguien me arrojó ácido a la cara y huyó. No sabía lo que era, empezó a doler y arder, comencé a llorar, correr, quitarme la ropa, luego caí en el suelo, pero me forcé a mí misma a levantarme y buscar ayuda. Corrí a la tienda que estaba al lado de mi casa, el hijo pequeño del dueño de la tienda se quedó en shock. La gente se quedaba quieta alrededor mío, entonces un buen amigo de la familia me vio y me llevó al hospital.

 

Poco a poco empecé a darme cuenta de que era realmente grave. Estaba enfadada, triste y deprimida, no paraba de llorar. Echaba de menos como lucía antes,no quería aceptar que luciría así por el resto de mi vida. El que mis amigos y familia estuviesen conmigo me ayudó muchísimo. Pasé siete meses en el hospital.

 

No sabemos quién fue, no hay ninguna prueba. Realmente quería preguntarle a la persona que lo hizo: ¿Qué te hice?, pero tuve que parar de pensar en ello.

 

Al principio ni siquiera me atrevía a salir de casa, pero cuando empecé a salir, me daba miedo cuando alguien estaba detrás de mí. Por mucho tiempo no podía ir a ninguna parte sola. Oculté mi rostro por muchos años, al principio solo con una bufanda, luego también con una peluca. No quería que se viera ninguna cicatriz. Ahora he aceptado que la gente que se quede mirándome fijamente. Recientemente he empezado a dejar de usar la bufanda, al fin y al cabo, esta soy yo, e incluso si lograra ocultar todas las cicatrices, seguirán estando ahí. La gente tiene que aceptarme tal y como soy y de hecho he acabado recuperando mi amor propio. Me miro al espejo, me saco fotos, y me maquillo. Esto me ha enseñado a valorar más la belleza interior, incluso en otras personas, así que trato de estar orgullosa de lo que hay en mi corazón.

 

Eché una mano en una escuela de modelos de un amigo enseñando habilidades de comunicación. Si me hubiese preguntado años atrás, le hubiera dicho que no, ¡Yo alrededor de modelos!, pero ya no tengo miedo, me da confianza saber que tengo el conocimiento que necesitan.

 

Algo que me mantiene ocupada es bailar salsa, es mi pasión. Al principio un amigo me enseñó en privado, pero una noche me llevó a bailar fuera. Me escondí y solamente observé. Pensé, "¿Quién querría sacarme a bailar?". Con el tiempo empecé a hacer amigos, ellos me sacaban a bailar y se me empezó a dar bien. Parece que hago amigos fácilmente. Si eres una víctima y te encierras en ti mismo, la gente también tenderá a alejarse, pero si te abres a ellos, les haces más fácil sentirse cómodos contigo.

 

Ya no tengo dolor, solo cicatrices, a veces hasta me olvido de que luzco diferente. Siento que vuelvo a ser la Flavia que era antes o incluso una mejor. Soy feliz.

 

Hoy en día hablo mucho sobre mi experiencia en mi página de Facebook y recibo muchos me gusta y comentarios. Las personas me alientan, y eso me ayuda a sanar. Hay tantas cosas que he llegado a superar que siento que debo compartirlas con el mundo. Pero a veces tan solo necesito hacer ver a la gente ahí afuera que, sea lo que sea que estén pasando, siempre hay una luz al final del túnel. No hay nada que sea tan malo que no se pueda superar. También quiero involucrar a la gente, que sepan cómo es la vida de un superviviente. Queremos hacer campañas, que los gobiernos se involucren y limiten la venta de ácidos. Realmente queremos que prevengan estos ataques. He comenzado un proyecto con algunos amigos cercanos y estamos organizando un show benéfico con la esperanza de recaudar fondos para que la organización apoye a las víctimas de los ataques, y para esto usaré mi pasión por el baile para recaudar dinero. Así que por ahora, aparte de ser consejera profesional, también doy apoyo a supervivientes como yo, de cualquier modo posible.

 

REDES SOCIALES

TRADUCCIÓN

COPYRIGHT

© 2019

Acid Survivors Trust International

 

 

Patrocinador: Su Alteza Real

La Princesa Real

Mapa del sitio

Política de Privacidad

Términos y Condiciones

Traducción al español por PerMondo. Proyecto dirigido por Mondo Agit. Traductor: Pablo Santana Valentin, Revisora: Mariella Fuster

Diseño y Dirección AngusAlexander